Impero Ristorante nos trae la cocina napolitana al centro de Madrid.
Ofrece un buen servicio y unos platos muy ricos, un buen restaurante para probar la cocina italiana.
El restaurante es pequeño, con unas 8 mesas, es nuevo por lo que todo está bastante limpio.
Unas mesas son de madera y otras de cristal, todas tienen un detalle muy original en las patas que simulan una vid con sus uvas en dorado. El local es bonito con decoración floral en las puertas.
La cocina está con paredes de cristal, por lo que se puede ver el interior desde el salón. Las sillas son cómodas.
No te ponen mantel en la mesa, sólo ponen un mantel unipersonal que reutilizan después de lavar.
Los camareros y camareras van vestidos de negro y el servicio es muy bueno. El dueño también te atiende y explica las curiosidades de los platos.
En la carta hay ensaladas, pasta normal y rellena, lasaña... todo usando productos italianos como los quesos mozzarela, pecorino, parmesano, trufa, tomate San Marzano, guanciale. Se notaban buenos ingredientes cocinados con calidad. Todo estaba muy rico.
El precio es de una media de 16 euros por plato y los postres 6 o 7 euros.
Estos son los platos que probamos:
-Croquetas Mortarium:Croquetas de salsa bechamel con pesto de pistacho y mortadela. Estaban crujientes por fuera y cremosas y con un sabor estupendo por dentro.
- Lasaña Carruecana
Lasaña vegetariana hechacon pasta y calabaza carruecana típica de la toscana. El dulzor natural de la calabaza junto con el queso y bechamel hacen un conjunto exquisito.
-Tagliatelle Imperiale
Pasta con champiñones, shiitake y girolas, mantequilla de trufa, parmigiano y aceite con romero. Con un poco de trufa por encima.
un plato cremoso y de un sabor increíble.
De postre probamos los siguientes:
- Tarta capresse: tarta de chocolate con almendras y azúcar glas por encima, rica aunque un poco seca.
- Tiramisú:
Galletas savoiardi, café ATT especial del restaurante, yema de huevos y queso mascarpone.
Un sabor equilibrado entre el café y el queso, muy buen sabor.
Esta comida junto con la bebida fueron 65 euros (39,70 euros al descontar el descuento del tenedor que tenía), admiten reservas con el tenedor y la tarjeta ticket restaurante.
Sólo hay un baño unisex preparado para minusválidos, es bonito y está bastante limpio.
El restaurante se encuentra en la Calle Ortega y Gasset 90, la parada de metro más cercana es Lista y en fin de semana es mejor reservar.
Encontrar una receta típica y exclusiva de la Ciudad del Vaticano no es nada sencillo, la comida típica es igual que la de Roma, pero aquí os traigo un plato que a pesar de ser de Roma sí tiene algo que ver con la Ciudad del Vaticano, fue diseñado para el Papa Pío XII.
En 1932 el Cardenal Eugenio Pacelli (el futuro Pío XII) solía comer en la Ostería del Colonatto (actualmente La Cisterna) .
Un día Pacelli le pidió al chef de dicho restaurante , Cessaretto Simma, que le preparara un plato de pasta especial para agasajar a unas personalidades que tenía que recibir el cardenal. Tenía que ser ligero pero a la vez elegante y que se notara la procedencia de la cocina romana.
Al cocinero se le ocurrió esta receta basándose en la salsa 'carbonara'.
En vez de pasta de sémola se utiliza pasta al huevo y concretamente fettuccine, el guanciale (bacon italiano) se sustituyó por jamón y el queso Pecorino por que Parmigiano que es más suave.
Otro elemento adicional a la Carbonara son los guisantes.
Ingredientes:
- 300 gr de Fettuccine
- 70 gr de Mantequilla.
- 1 Cebolla.
- 200 gr de jamón cocido.
- Sal.
- Pimienta.
- 2 huevos.
- 200 ml de nata para cocinar.
- 100 gr de Queso Parmesano.
- 200 gr de Guisantes
Preparación:
1- Derrite la mantequilla en una sartén o cazuela y dora una cebolla cortada en tozos muy pequeños.
2- Corta el jamón en cubitos y añádelo a la cazuela, saltea durante 4 minutos más.
3- Añade los guisantes, sal y pimienta, mezcla y cocina 1 minuto más.
4- Pon a hervir agua con sal y cuando alcance el punto de ebullición mete los fettuccine durante 10 minutos.
Después quita el agua y échalo en la cazuela del jamón y los guisantes. Mezcla.
5- Bate dos huevos y mezcla con la nata y el queso parmesano rallado.
6- Quita la cazuela del fuego y añade el huevo + nata + queso a la cazuela, mezcla con cuidado y ya lo tienes.
La Ciudad del Vaticano es el estado soberano más pequeño del mundo en extensión y población.
Se encuentra dentro de la ciudad de Roma a la derecha del río Tíber.
Tiene una extensión de 49 hectáreas aunque también pertenecen al Vaticano propiedades exteriores a este territorio como el Palacio de Castell Gandolfo, las Basílicas de San Juan de Letrán, Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros y algún que otro edificio más.
El 7 % de su territorio está ocupado por la Basílica de San Pedro y la mitad (23 hectáreas) por los jardines Vaticanos.
(Ver enlaces a las recetas de Ciudad del Vaticano al final del artículo).
De <a href="//commons.wikimedia.org/wiki/User:Tillea" title="User:Tillea">Andreas Tille</a> - <span class="int-own-work" lang="es">Trabajo propio</span>, CC BY-SA 4.0, Enlace
De <a href="//commons.wikimedia.org/wiki/User:Elevatorrailfan" title="User:Elevatorrailfan">Elevatorrailfan</a> - Esta <a href="https://es.wikipedia.org/wiki/imagen_vectorial" class="extiw" title="es:imagen vectorial">imagen vectorial</a> incluye elementos que han sido tomados o adaptados de esta:, CC BY-SA 4.0, Enlace
El clima es mediterráneo con inviernos moderados y lluviosos y veranos calurosos y secos.
Tiene sólo 800 habitantes y hay que tener en cuenta que la nacionalidad Vaticana no se obtiene por nacimiento, sólo por concesión. Tienen esta nacionalidad los empleados de las nunciaturas y de las embajadas vaticanas de todo el mundo.
La nacionalidad vaticana se añade a la de nacimiento y se pierde una vez dejan de ejercer sus funciones.
Es una teocracia donde el mayor Soberano es el Papa.
Habitantes del Vaticano son el Papa y los Cardenales así como miembros del cuerpo diplomático, sacerdotes, religiosos , guardias suizos y algunos seglares que trabajan en el Estado junto con sus respectivos cónyuges e hijos.
Los ingresos del Vaticano vienen de la venta de recuerdos para el turismo y entradas a museos. Esto sólo no haría sostenible un estado pero hay que tener en cuenta que también recibe ingresos de la organización católica de todo el mundo y de los beneficios de empresas, escuelas, universidades y bancos propiedad de la Iglesia.
Historia
En la zona Oeste del río Tíber se encontraba la colina Ager Vaticanus fuera de la ciudad de Roma.
Allí había muchas villas ricas y un circo mandado construir por Nerón donde se martirizaron muchos Cristianos, entre ellos San Pedro en el año 64 después de Cristo.
Tanto San Pedro como muchos cristianos fueron enterrados en la necrópolis en la base de la colina Vaticanus.
Fue en el año 313 cuando el emperador Constantino I se convirtió al Cristianismo y dejó de perseguir a los Cristianos, además mandó construir una Basílica en el año 324 sobre el lugar donde se había enterrado a San Pedro.
Pronto se convirtió en lugar de peregrinaje de los Cristianos de todo el mundo.
Poco a poco se fue creando y creciendo el Estado Papal que fue adquiriendo poder económico y político y llegaron a comprar la colina del Vaticano y extenderse por el centro de Italia.
En 1367 el Papa traslada su residencia desde San Juan de Letrán hacia la Basílica de San Pedro.
En 1847 se construyeron unas murallas alrededor de la Basílica para protegerla de los sarracenos que habían saqueado la ciudad de Roma.
Es en 1870 cuando las tropas italianas invaden Roma y ponen fin al poder económico del Estado Papal con la unificación de toda Italia y quedando sólo la ciudad del Vaticano como propiedad del Estado Papal.
El Vaticano es un Estado independiente desde 1929 cuando se firmaron los pactos de Letrán con el Reino de Italia.
- VATICANO , una historia de poder:
- Historia del Vaticano en 17 minutos
Gastronomía
Al ser un Estado tan pequeño cuyos habitantes son sólo por concesión mientras cumplen con su cargo, no hay una gastronomía popular como en el resto de países, podíamos tomar como gastronomía típica lo que come la guardia Suiza. Recientemente el cocinero de la guardia Suiza ha publicado un libro con las recetas más populares que cocina allí, platos como las Berenjenas a la parmesana, pizza y pasta como lo que conocemos como típico Italiano.
La comida de los Papas va a variar dependiendo del origen de cada Papa por lo que últimamente se han podido encontrar platos polacos, alemanes o argentinos.
Hay algún plato que se ha inventado en honor a Papas, como la pasta a la papalina que se inventó en honor a Pío XII.
Hoy nos vamos a Turquía con el restaurante Mavera en el barrio de Chamberí de Madrid.
Un restaurante abierto en 2020 por la familia turca Gumus, con una trayectoria en restauración de 20 años.
El Chef Riza Gumus y su esposa la Chef Sevim Gumus, empezaron su trayectoria en Valladolid siempre dedicados a la cocina turca y eso se nota en la verdadera gastronomía que ofrecen en su restaurante.
El restaurante no es muy grande y tiene el salón de comidas y la barra en el mismo sitio, así todo el espacio entre mesas es bastante grande por lo que siempre estarás cómodo.
Hay música ambiente turca y el sonido ambiente de música más la gente no molesta.
Tiene aspecto limpio y nuevo, no hay mucha decoración, bastante sencillo pero con muebles cómodos.
No colocan manteles en las mesas, sólo ponen un mantel unipersonal que reutilizan después de lavar.
Los camareros y camareras van vestidos de negro y el servicio es muy bueno, te explican los platos con mucha amabilidad.
La carta es muy variada con entrantes fríos y calientes de unos 8 euros como hummus, ensaladas de berenjena, rollitos de queso, tortas de calabacín, albóndigas de bulgur...
y platos principales de entre 12 y 18 euros ,la mayoría con combinaciones de carne de cordero o ternera con verduras y yogurt, platos como beyti, doner, brochetas de cordero.
También tienen los típicos postres como baclava, kadaif
Con la bebida te traen unas aceitunas, pedí Ayran que es yogurt salado muy típico de Turquía e Irán. Es yogurt líquido que para mi gusto tenía un poco de más de sal.
Como entrante pedimos rollitos rellenos de queso, aquí otra vez el queso me pareció con un punto de sal mayor del que me gusta a mi.
Los sábados te ofrecen el Doner , carne de ternera desmechada acompañada de cebolla, ensalada y arroz, además de pan turco para prepararte los rollitos.
Estaba muy rico, una carne con muy buen sabor, el plato se puede compartir perfectamente entre dos personas ya que trae bastante cantidad.
Como postre pedimos un típico té acompañado de baclava y sultán de chocolate.
Tanto el té como los dos postres estaban exquisitos.
El baclava capas de hojaldre con nueces y pistachos y bañado en sirope, con su sabor a mantequilla y frutos secos, se notaba que era un postre hecho por ellos mismos.
Sultán; una crema de chocolate enrollada con nata, coco rallado y pistacho.
También muy bueno, con un buen chocolate y nata, un sabor bastante natural por lo que no hay duda de que es otro postre casero.
Esta comida costó 33,90 Euros, A tener en cuenta que no admiten la tarjeta de tickets restaurante
Los baños están bastante nuevos y limpios, hay dos para chicas y tienen jabón, papel y todo lo necesario, no son muy grandes pero tienen el tamaño justo.
El restaurante se encuentra en la Calle Sor Ángela de la Cruz 37, la parada de metro más cercana es Tetuán y en fin de semana es mejor reservar.
Eish al saraya es un postre de Oriente Medio hecho con una base de pan y almíbar con sabor a agua de azahar y rosas.
El significado en árabe es pan de palacio, y es una muy buena descripción de este postre fresco , suave y de un sabor espectacular, es además super sencillo de hacer y no da lugar a errores, siempre te va a salir riquísimo.
Es muy típico en países como Egipto, Líbano o Catar. He visto varias versiones , algunos usan nata montada para la capa blanca... nada que ver con la receta de Catar, con una capa blanca hecha a base de una crema pastelera sin huevo con una textura y sabores únicos.
1- Tuesta las rebanadas de pan en una sartén sin aceite.
2- Mezcla los ingredientes del sirope y calienta a fuego lento hasta que el azúcar se disuelva, entonces echa un chorrito de limón.
Y deja enfriar.
3- Pon las rebanadas de pan rellenando toda las base de un recipiente, corta en trozos las rebanadas si fuera necesario para rellenar todos los huecos.
4- Echa poco a poco todo el sirope encima del pan.
5- Echa la leche, nata y azúcar en un cazo, calienta hasta que el azúcar se disuelva bien.
6 - En un cuenco aparte mezcla un poco de leche con la maizena y disuelve bien. Entonces échalo en el cazo con el resto de la leche y azúcar.